Los
cantos rodados (chinas o chinorros, cuando son de pequeño tamaño) son fragmentos de roca
pulidos y sueltos, susceptibles de ser transportados por medios
naturales, como las corrientes de agua, los corrimientos de tierra, etc.
Aunque no se hace distinción de forma, en general, un canto rodado
adquiere una morfología más o menos redondeada, sobredondeada u oblonga,
sin aristas y con la superficie lisa, debido al desgaste sufrido por los procesos erosivos durante el transporte, generalmente causados por la corrosión o las corrientes de agua.